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Reuters informa que el Gobierno de Japón está a punto de revisar una declaración conjunta con el Banco de Japón (BoJ) que data de hace una década y que compromete al banco central a alcanzar su objetivo del 2% de inflación "lo antes posible", según informa el sábado la agencia de noticias Kyodo citando fuentes gubernamentales.

Con la revisión, el primer ministro Fumio Kishida tratará de hacer del objetivo de inflación del 2% del BoJ un objetivo más flexible con margen de maniobra, informa Kyodo.

La nueva declaración podría eliminar la frase "a la mayor brevedad posible", o cambiar el lenguaje para aclarar que el objetivo del 2% de inflación es un objetivo a medio y largo plazo y no uno que deba alcanzarse rápidamente, informa Kyodo.

En declaraciones a la cadena de televisión Bloomberg, la presidenta del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, ha declarado que su estimación de las tasas de interés es superior a la de sus colegas y que el banco central necesita una política restrictiva sostenida para derrotar a la inflación.

Frente a la previsión de la Fed de que la actual tasa de los fondos federales, de entre el 4.25% y el 4.5%, suba al 5.1% el año que viene, Mester ha dicho: "Estoy un poco por encima de la media".

"Tenemos que seguir llevando las tasas de interés a una postura restrictiva", ha dicho Mester.

"Hicimos mucho trabajo este año" subiendo los tipos agresivamente, dijo, añadiendo que una vez que la Fed termine de subir los tipos, necesitará mantenerlos ahí durante "bastante tiempo para conseguir que la inflación siga una senda descendente sostenible."

Sus comentarios se producen tras la reunión del miércoles del Comité Federal de Mercado Abierto, en la que los miembros elevaron la tasa objetivo de la Fed en medio punto porcentual, mientras sigue trabajando para reducir los niveles más altos de inflación vistos en décadas.

Mester ha dicho que los recientes datos de inflación. que apuntan a una moderación del aumento de los precios. son "buenas noticias", pero ha añadido que los datos aún no muestran que se haya producido un pico en las presiones sobre los precios.